Como una de las soluciones más eficaces para la pérdida de peso y el control de la diabetes, en los últimos años se ha posicionado el medicamento Ozempic, ya sea en forma de inyecciones o en comprimidos de Ozempic conocidos con el nombre de Rybelsus.
Su uso pronto se extendió más allá de la indicación original, y muchas personas comenzaron a tomarlo como un atajo para adelgazar, sin padecer diabetes ni obesidad severa. Incluso se convirtió en una tendencia entre las celebridades; véase nuestro artículo Ozempic y celebridades.
Veamos con más detalle cómo funciona este medicamento, cuándo ayuda, cuáles son sus riesgos y cómo utilizarlo de manera responsable.
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¿Qué es exactamente Ozempic y cómo funciona?
Ozempic contiene la sustancia semaglutida, que pertenece a los llamados agonistas del GLP-1. GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1) es una hormona natural que se libera en el cuerpo después de comer, provoca sensación de saciedad y ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre. La semaglutida imita los efectos de esta hormona, pero actúa durante mucho más tiempo.
El mecanismo de acción de Ozempic es complejo y actúa en varios niveles. Principalmente, reduce el apetito al influir en los centros de hambre y saciedad en el cerebro. Tras iniciar el tratamiento, los pacientes simplemente no sienten la necesidad de comer tanto como antes, y ello sin sensación de privación o hambre.
Al mismo tiempo, Ozempic ralentiza el vaciamiento gástrico, por lo que la comida permanece más tiempo en el estómago. Esto contribuye aún más a una sensación de saciedad prolongada y reduce el deseo de comer de nuevo. Por eso, las personas que usan Ozempic suelen reducir de forma espontánea su ingesta calórica.
En diabéticos, Ozempic además estimula la liberación de insulina en función del nivel de azúcar en sangre. Así, ayuda al cuerpo a producir más insulina cuando es necesario (después de las comidas), pero sin aumentar el riesgo de hipoglucemia. Al mismo tiempo, reduce la producción de glucosa en el hígado, lo que contribuye a estabilizar la glucemia.
Formas de administración: comprimidos frente a inyecciones
Ozempic está disponible en varias formas, según las preferencias y necesidades de los pacientes. Originalmente fue desarrollado como un medicamento inyectable, pero ahora también existe en forma de comprimidos conocida como Rybelsus.
Las pastillas para adelgazar Ozempic se comercializan bajo el nombre de Rybelsus y representan la primera forma oral de semaglutida en el mercado. Esta variante requiere la toma diaria del comprimido en ayunas, con una pequeña cantidad de agua (máx. 120 ml).
Tras la ingesta, es necesario esperar al menos 30 minutos antes de comer o beber. La forma en comprimidos es adecuada para pacientes con aversión a las inyecciones que desean tomar el medicamento de forma discreta.
La forma inyectable Ozempic 1 mg se administra una vez por semana mediante una pluma precargada. Su ventaja es la menor frecuencia de dosificación y una posible mejor biodisponibilidad, ya que evita el sistema digestivo.
Muchos pacientes, tras la timidez inicial, prefieren esta forma por su sencillez y eficacia.
En cuanto a la comodidad, cada forma ofrece sus ventajas: la inyección solo requiere una aplicación semanal, mientras que los comprimidos deben tomarse a diario, pero sin pinchazos.
En lo que respecta a la disponibilidad, la forma inyectable suele estar mejor cubierta por los seguros para pacientes diabéticos; véase nuestro artículo Inyecciones para adelgazar – cuánto cuestan. Los comprimidos suelen ser algo más costosos y, a veces, su disponibilidad es limitada.
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Eficacia de Ozempic para adelgazar
Los estudios clínicos han demostrado una notable eficacia de Ozempic en la reducción de peso corporal. En personas sin diabetes, se observó una pérdida media de peso de hasta un 17 % durante 68 semanas de tratamiento. Esto es significativamente más que con otros medicamentos disponibles para adelgazar.
En diabéticos tipo 2, la pérdida de peso típica se sitúa entre el 12-15 % en un año de tratamiento.
El estudio STEP (Semaglutide Treatment Effect in People with obesity), realizado por el American College of Cardiology, mostró que los pacientes que tomaban semaglutida en dosis de 2,4 mg semanales (Wegovy) lograron una pérdida media de peso del 14,9 % tras 68 semanas, en comparación con el 2,4 % del grupo con placebo.
Esto significa que, por ejemplo, una persona con un peso inicial de 100 kg podría perder de media casi 15 kg.
Para obtener los mejores resultados, es importante combinar Ozempic con cambios en el estilo de vida. Los estudios muestran claramente que quienes logran los mayores éxitos en el objetivo de cómo perder 10 kg o más son los pacientes que también modifican su dieta e incorporan actividad física regular.
Ozempic facilita estos cambios al reducir el apetito y aumentar la energía, pero sin ningún esfuerzo por parte del paciente, el proceso de adelgazamiento será mucho más lento.
Efectos secundarios y riesgos
Como cualquier medicamento, Ozempic tiene efectos adversos.
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Los efectos secundarios más comunes están relacionados con el sistema digestivo. Hasta el 44 % de los pacientes ha experimentado náuseas en algún momento tras tomar Ozempic, especialmente en las primeras semanas de tratamiento.
Otros problemas frecuentes incluyen vómitos, diarrea o, por el contrario, estreñimiento. En la mayoría de los casos, estos síntomas desaparecen con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta al medicamento. - Otros efectos secundarios habituales son fatiga y mareos, que pueden deberse a una rápida disminución de la glucemia o a la deshidratación provocada por los síntomas gastrointestinales. Mantener una hidratación adecuada y aumentar la dosis gradualmente ayuda a minimizar estos problemas.
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Sin embargo, existen riesgos más graves que requieren atención. La semaglutida se ha asociado, por ejemplo, con casos de pancreatitis aguda.
Si durante el uso de Ozempic aparece un dolor abdominal intenso que se irradia hacia la espalda, se debe buscar atención médica de inmediato. - En diabéticos con retinopatía existente (daño en la retina) se han registrado en algunos casos empeoramientos, especialmente con fluctuaciones rápidas de glucosa. Por ello, se recomienda a los pacientes un control ocular regular, especialmente al iniciar el tratamiento.
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Con base en estudios en roedores, existe un riesgo teórico de cáncer de tiroides, concretamente de carcinoma medular.
Aunque este riesgo nunca se ha confirmado en humanos, los pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides o síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (MEN 2) no deben usar Ozempic por precaución.
Ozempic optimiza los procesos metabólicos de su cuerpo para lograr la máxima eficiencia. Despiértese cada día un poco más delgado.
Quién debería (o no) usar Ozempic
Ozempic está aprobado principalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en adultos. Sus variantes con dosis más altas (Wegovy) están además aprobadas para la gestión a largo plazo del peso en adultos con obesidad (IMC ≥30) o sobrepeso significativo (IMC ≥27) y al menos un problema de salud relacionado con el peso, como hipertensión, diabetes tipo 2 o colesterol alto.
Ozempic no es adecuado para todos ni es una herramienta para tratar un ligero sobrepeso. Entre sus contraindicaciones están la hipersensibilidad a la semaglutida o a cualquier otro componente del medicamento.
Como ya se mencionó, los pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides o síndrome MEN 2 no deben tomar este medicamento. También se debe extremar la precaución en pacientes con retinopatía diabética.
Existe mayor riesgo de efectos adversos en pacientes con antecedentes de pancreatitis, enfermedad renal o hepática grave, así como en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
La seguridad y eficacia en niños y adolescentes menores de 18 años no se ha establecido, por lo que no se recomienda en este grupo de edad salvo excepciones.
Antes de iniciar el tratamiento con Ozempic, es necesaria una consulta médica. El médico evaluará su estado de salud, factores de riesgo, determinará si el medicamento es adecuado para usted y le emitirá una receta.
Ozempic no se vende libremente. El médico también establecerá la dosis inicial y el plan para aumentarla gradualmente con el fin de minimizar los efectos adversos.
Otros medicamentos a base de semaglutida y alternativas
Ozempic no es el único producto para adelgazar de su clase. Existen varios otros medicamentos que contienen semaglutida o sustancias similares, que ofrecen alternativas para diferentes necesidades de los pacientes.
- Semanize representa una alternativa moderna con un efecto similar al de Ozempic. Contiene el mismo principio activo, la semaglutida, y ayuda así a regular la glucosa en sangre, reducir el apetito y favorecer la pérdida de peso.
- Wegovy contiene el mismo principio activo que Ozempic (semaglutida), pero en dosis más altas (hasta 2,4 mg semanales frente a un máximo de 1 mg en Ozempic). Está específicamente aprobado para el tratamiento de la obesidad, no principalmente de la diabetes.
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Rybelsus es la forma oral de semaglutida, disponible en comprimidos, lo que elimina la necesidad de inyecciones de Ozempic.
Su eficacia es comparable a la de la forma inyectable, aunque la biodisponibilidad es menor, lo que exige un régimen de uso específico (en ayunas, con mínima cantidad de agua). -
Fuera de la familia de la semaglutida, existen otros agonistas del GLP-1. Saxenda (liraglutida) fue la principal opción en esta categoría antes de la llegada de la semaglutida.
Requiere inyecciones diarias y logra una pérdida de peso media de alrededor del 5-10 %. -
Mounjaro (tirzepatida) representa la última generación de estos medicamentos. Actúa no solo sobre los receptores GLP-1, sino también sobre los receptores GIP (péptido insulinotrópico dependiente de glucosa).
En estudios clínicos logró una pérdida de peso aún mayor que la semaglutida, hasta un 22,5 % en 72 semanas. Puede encontrar más detalles en nuestro artículo Ozempic vs Mounjaro. - Para pacientes con obesidad de origen genético, existe Imcivree (setmelanotida), que actúa sobre otros receptores cerebrales (melanocortínicos) y ayuda a reducir el hambre en personas con mutaciones genéticas raras.
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Dimensión ética y social del uso y abuso de Ozempic
Con el creciente auge de Ozempic surgen numerosas cuestiones éticas. Una de las más debatidas es el uso de este medicamento por personas sanas únicamente con fines estéticos de adelgazamiento.
Ozempic está aprobado para el tratamiento de la diabetes y la obesidad. Su uso por personas con peso normal o solo ligero sobrepeso para lograr la “figura ideal” genera preocupación sobre la medicalización de condiciones humanas comunes.
La tendencia también tiene consecuencias prácticas. El aumento de la demanda de Ozempic provocó en su momento escasez en muchos países, afectando negativamente a la disponibilidad para quienes realmente lo necesitan por motivos médicos.
A la popularidad de Ozempic han contribuido notablemente celebridades e influencers que destacan abiertamente sus beneficios para perder peso.
Las redes sociales están llenas de historias de transformaciones corporales dramáticas que crean expectativas poco realistas y presión sobre los demás. La atención mediática ha transformado la percepción del medicamento de herramienta terapéutica a “píldora milagrosa” para adelgazar.
También surgen dudas sobre las consecuencias a largo plazo del uso de estos medicamentos. ¿Qué ocurre cuando el paciente deja de tomar Ozempic?
Muchas personas experimentan un aumento de peso tras interrumpir el tratamiento, lo que sugiere que para mantener los resultados puede ser necesario un uso prolongado o incluso de por vida, o bien un cambio radical en el estilo de vida.
Aunque no hay dudas sobre la eficacia de Ozempic, surge la cuestión de si es adecuado confiar únicamente en este recurso para tratar la obesidad.
Camino hacia un peso más saludable
Ozempic y medicamentos similares representan un avance importante en el tratamiento de la diabetes y la obesidad. Su capacidad para ayudar a los pacientes a lograr una pérdida de peso sustancial y sostenible es sin precedentes y ofrece esperanza a millones de personas que luchan contra estas enfermedades crónicas.
Sin embargo, debemos reconocer que ningún medicamento, incluido Ozempic, es una solución milagrosa. Los mejores resultados se obtienen combinando la farmacoterapia con un estilo de vida saludable: dieta equilibrada y actividad física regular.
Ozempic puede facilitar estos cambios al reducir el hambre y el deseo de comer, pero no puede sustituirlos.
La decisión de tomar Ozempic debe adoptarse siempre tras una consulta exhaustiva con un médico, que evaluará el estado de salud individual, los factores de riesgo y los posibles beneficios y riesgos.
Solo así se garantizará que el medicamento se use donde aporte el mayor beneficio y se minimicen los riesgos de efectos adversos.
El objetivo a largo plazo debe ser la mejora global de la salud y la calidad de vida, no solo la simple reducción de peso.